El Museo Internacional de Arte Belenista de Mollina, en Málaga, se caracteriza porque en sus salas, además del nacimiento del Niño Jesús, también tiene su sitio la Pasión de Cristo. El director de este espacio expositivo, Antonio Bernal González, natural de Arcos de la Frontera, en Cádiz, nos atendió amablemente para conversar con él sobre los dioramas pasionistas de pueden contemplarse en Mollina, y en cuya iluminación está presente nuestra empresa, FMÁS Automatización, contribuyendo con ello a realzar más aún si cabe las escenas de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Bernal, por cierto, es así mismo patrono de honor de la Fundación Díaz Caballero, promotora del museo, además de secretario de la Asociación de Belenistas “La Adoración” de su localidad natal. Belenista laureado en diversas ocasiones, su ardua labor en este mundo que tanto nos apasiona es muy reconocida, como así lo manifiesta su propio trabajo en la dirección y coordinación de numerosos montajes y exposiciones.

¿Cómo surge la idea de recrear las escenas de la Pasión de Cristo con técnicas similares a las del belenismo?

La primera experiencia con este tipo de recreaciones la tuve con los belenistas de Jerez de la Frontera, pues ellos, además de sus tradicionales belenes, también hacían en Cuaresma unos dioramas de la Pasión, en los que empleaban figuras de José Luis Mayo de, aproximadamente, un metro de altura, si bien desconozco si este conocido autor creo aquellas imágenes por encargo de alguna asociación o fue por simple motivación personal.

¿Hay autores que se dediquen a realizar figuras pasionistas para estas recreaciones tan parecidas a las del belén tradicional?

Mi primer conocimiento fue la obra de José Luis Mayo, pudiendo comprobar que fue creando y ampliando las escenas pasionistas de Cristo desde la entrada en Jerusalén hasta la Resurrección. Seguidamente, otro autor que podemos destacar es Joaquín Pérez, pero para mi, personalmente, la que me llamó más la atención fue Ángela Tripi, por su espectacularidad, calado por su expresidad y belleza de sus obras, especialmente cuando contactamos con ella para nuestro proyecto en el museo. Rafael de Angeli es un artista italiano que también debe ser resaltado en este punto. Tampoco quiero olvidarme que los Castells, en Cataluña, ya elaboraban décadas atrás figuras pequeñas sobre la Pasión, y hay personas que poseen auténticas colecciones de mucho nivel.

Como creyente, ¿se recrea la Pasión con el mismo sentir que el Nacimiento de Jesús? ¿Hay alguna diferencia emocionalmente hablando?

Todo parte de un mismo tronco, y aunque es menor la cantidad de personas que recrean escenas de Pasión con respecto al Belén, si es verdad que lo que conozco está construido con la misma emoción y fervor que con los belenes. De hecho, un 99% de los que han dado el salto a recrear dioramas de la Pasión son los mismos que elaboran belenes, pues hablamos de una raíz que parte de un mismo credo, ya que el belenista también suele ser cofrade o capillita, y su sentir es el mismo porque al fin y al cabo es Dios quien está en el centro de todo esto.

¿Se pudo visitar esta pasada Cuaresma y Semana Santa, en el Museo de Belenes de Mollina, estas escenas de la Pasión?

El Museo de Belenes tiene el salón de actos ocupado desde su origen con una muestra de escenas de la Pasión, todas ellas de distintos autores tanto españoles como italianos, con figuras de un tamaño que oscila entre los 40 y los 50 centímetros de altura. Pero nuestro objetivo va más allá de la Cuaresma y la Semana Santa, pues ahora, en Pascua de Resurrección, se podrá continuar visitando, ya que, además, no es fácil maniobrar con estas figuras para andar poniéndolas y quitándolas, de hecho, nuestra intención es seguir ampliando el número de escenas, algunas de las cuales ya se halla en proceso de creación, en este caso, por cierto, sería con figuras de Ángela Tripi, de modo que puedan ser expuestas como novedad a partir de la Cuaresma de 2023, y así ya disponer de esta obra de cara al congreso internacional belenista que viviremos tan de cerca en otoño de ese año citado. Y todo ello está siendo posible gracias al esfuerzo de muchos belenistas.

¿Cree que algún día llegará a existir un “jerusalenismo” igual que tenemos tan consagrado el belenismo?

Es difícil de contestar esta pregunta, de hecho, jamás me la había planteado. Es verdad que habría que adoptar algún nombre para ello, y a lo mejor es bueno ir sacando esta palabra, “jerusalenismo”, entre quienes están a favor de seguir adelante con esta idea. También es cierto que en España, la Semana Santa ya tiene su forma de expresarse a través de las cofradías, con sus pasos o tronos, existiendo, incluso, y cada vez más, exposiciones internas de ese patrimonio que sale a la calle en los días sacros, y en ciudades como Sevilla, Jerez o Córdoba, las hermandades tienen tal fuerza que harían sombra a otras iniciativas. De hecho, cuando yo hablo con los belenistas sevillanos, se lo digo, que ellos mismos son cofrades, y en Semana Santa están en lo que están, y no hay tiempo para todo, por lo que sería difícil que allí hubiese recreaciones pasionistas como las hay belenistas. Pero volviendo a lo de la denominación, creo que no estaría mal llamar “jerusalenismo” a la labor de recrear pasajes de la Pasión de Cristo, y así distinguirlo del belenismo, que se centra en el nacimiento del Señor, aunque aquí en Andalucía, insisto, la forma expresiva de la Pasión es la que es.