El belenismo en España está de enhorabuena. Como si de un regalo de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente se tratase, el pasado miércoles 5 de enero la Dirección General de Bellas Artes, dependiente del Ministerio de Cultura, hizo saber a través del Boletín Oficial del Estado (BOE) que ha emprendido los trámites oportunos para lograr la declaración del belenismo como manifestación representativa del patrimonio cultural inmaterial. Así pues, y de acuerdo con la legislación competente, habrá de ser el Consejo de Ministros quien deberá acordar en el plazo máximo de un año su declaración definitiva, lo cual se materializaría a través de un Real Decreto.
Para la consecución de este objetivo, el belenismo tiene que comprenderse tanto como el arte mediante el cual se crean o fabrican las figuras por parte de sus autores artesanos, como al colectivo en sí que está especializado en montar un belén, pues contribuye a transmitir el conocimiento sobre nuestra cultura popular al hacer una muestra de los oficios tradicionales, y es más, sin obviarse jamás su trascendencia religiosa, el belenismo va más allá, puesto que se enmarca en una dimensión cultural que lo convierte en un hecho sociológico, tal y como ocurre con otros tipos de manifestaciones igualmente religiosas. Por otra parte, el mundo del belén ha dado lugar a una importante industria que mueve con bastante fuerza la economía de algunas zonas de España. Ahí entraría nuestra propia empresa, fmas.es / controladores.net, que hace su aportación a esta temática en las cuestiones de iluminación, así como de otros diversos complementos. Igualmente, en este punto puede hacerse alusión al ilusionante proyecto de guiadebelenes.com, anhelando que se convierta en un medio de difusión de referencia para conocer cualquier belén de España.
Todo ello hace que se ponga aún más en valor la interesante riqueza que aporta el propio belenismo, por ejemplo, en la transmisión y recreación, a través de su práctica, de diversos conocimientos, así como habilidades y destrezas para su construcción, además de su intensa vinculación con la tradición oral, narrativa y musical, aspectos que no pueden dejarse a un lado y que en el propio Boletín Oficial del Estado quedan reflejados, resaltándose, además, la relevancia de su innegable proyección internacional, siendo una clarísima prueba evidente de ello que detrás de este apasionante fin se hallan hasta cuatro países amén del nuestro: Italia, Alemania, Austria y Malta, país éste último que, con muchísima probabilidad, dé un paso adelante en la firme convicción de presentar a la UNESCO esta misma petición de declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
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